En esta catarsis en forma de blog, vamos a hablar un poquito de por qué la procastinación tiene un impacto negativo tanto personal como organizacionalmente.
El enemigo silencioso
La procrastinación es el enemigo silencioso de la gestión. Sin medias tintas, sentenció que lo que dejamos de hacer hoy, nos come la cabeza. Muchas personas en el ámbito de la gestión sufrimos de este fenómeno común de nuestros tiempos.
Muchas veces subestimando la situación, otras esquivando las consecuencias, lo que hacemos es dilatar decisiones importantes o posponer tareas que no son de nuestro agrado. Con excusas como "no estoy inspirado", "tengo algo más urgente" o "no es el momento para hacerlo", vamos estirando la agonía de hacer eso que no queremos hacer.
Spoiler alert, eventualmente lo vamos a tener que hacer y el efecto negativo (si lo hubiera) va a ser mayor, generando así una profesia autocumplida.
Ni una buena
No hay ni un solo pro para decidir patear las tareas. La gestión ineficaz del tiempo (llamemos a las cosas por su nombre), genera una disminución en lq productividad, estrés, una merma en la cálidad de trabajo y problemas en la dinámica de los equipos.
Cual bailarines, los procesos de una organización deben estar coreografiados, por lo que si un miembro decide los tiempos unilateralmente, el resto van a bailar a destiempo.
Culo en la silla y manos a la obra
Algunas recomendaciones para que dejes de dar vueltas:
Ponete metas claras
Prioriza las actividades y planificalas según importancia y urgencia
Dividí las tareas en subtareas
Elimina distracciones
Hay técnicas que ayudan a gestionar el tiempo como la Pomodoro.
La terapia ayuda (sí "creo" en la psicología)
La procrastinación es un fenómeno psicológico en el que tratamos de mejorar nuestro estado de ánimo hoy, sin importar las consecuencias futuras.
Por lo tanto: estudiá inglés, aprendé Excel y andá a terapia, todo lo demás lo podés procrastinar!
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